La intolerancia alimentaria o alergia a los lácteos, gluten, cacahuetes y marisco son las principales afectaciones alimentarias entre los encuestados por Nielsen en su informe sobre el consumidor sensitivo. Este estudio revela, además, que en uno de cada cuatro hogares existe algún miembro de la familia que tiene alergia o intolerancia a ciertos alimentos.
Desde la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos afirman que cada vez hay más casos de personas intolerantes. En España, según datos de Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 2% de los adultos tiene alguna alergia alimentaria.
Este porcentaje se sitúa entre el 3-7% en los niños, aunque éstos suelen superarlas a partir de los 3 años. Las alergias pueden ser hereditarias, es decir, si el padre o madre tienen algún tipo de alergia a un alimento o componente el niño tiene entre 4 y 6 veces más posibilidades de padecerlo.
En cuanto al número de intolerantes alimentarios, la cifra puede llegar a ser 10 veces superior a los que tienen alergia.
¿Qué es la alergia alimentaria? ¿Y la intolerancia alimentaria?
Son dos patologías que aunque a veces se confunden no son lo mismo.
La alergia es un proceso inmunológico complejo mediado por IgE (inmunoglobulinas E) específicas frente a la proteína del alimento. En el caso de alergia, hay una reacción causa-efecto muy rápida, de forma que la reacción alérgica se manifiesta a las pocas horas de haber ingerido el alimento desencadenante, y las manifestaciones suelen ser clínicamente evidentes.
La intolerancia alimentaria es otro grupo de procesos, menos fáciles de detectar, sin una causa-efecto rápida, cuyas manifestaciones patológicas suelen ser menos claras, más insidiosas y a veces difíciles de intuir por lo que una determinada persona puede presentar una “sensibilidad” -no una alergia- frente a determinados alimentos. Se debe a la formación de anticuerpos frente a proteínas de determinados alimentos, pero no del tipo IgE, sino en una primera etapa del tipo IgA y tras múltiples estímulos a la formación de IgG.
Los alérgenos más frecuentes son el cacahuete, la leche de vaca, el pescado, las nueces, el huevo y la soja.
Los síntomas más habituales de una alergia alimentaria son el moqueo, congestión nasal, estornudos, asma, tos, urticaria, erupciones, enrojecimiento, dolor abdominal, inflamación de los labios, boca, lengua y/o garganta.
Los síntomas de las intolerancias son náuseas, diarrea, dolor abdominal, dolor de cabeza, problemas respiratorios. Ésta se produce cuando el cuerpo no puede digerir alimentos o alguno de sus componentes. Las intolerancias más habituales son al gluten y a la lactosa.
Test A-200 para detectar las intolerancias alimentarias
El paciente debe conocer si tiene intolerancia a algún alimento para evitar un daño progresivo de su salud. Una de las soluciones más eficaces es realizar un test capaz de determinar los alimentos a los que se padece intolerancia.
En LGS-Análisis contamos con el A-200 que detecta intolerancia a 220 alimentos. El cambio en la alimentación y la aparición de productos elaborados ha aumentado el número de pacientes con intolerancias alimentarias.