Un chequeo completo nos permite conocer cómo está nuestro estado de salud para poder corregir aquellos hábitos que están siendo nocivos para nuestro cuerpo. Por ello, los especialistas insisten en que es fundamental que lo realicen anualmente a partir de los 35 años.
Por debajo de esta edad también es interesante que lo hagan personas que hagan deporte habitualmente y aquellas que tienen una vida muy sedentaria.
Otro perfil de personas que deben realizar un cheque completo anualmente son aquellas que están realizando dietas de adelgazamiento.
La importancia del chequeo completo
El análisis de sangre anual o chequeo completo se realiza para conocer que todo va bien en el organismo o si, en caso contrario, algo está fallando. Con el paso de los años las enfermedades o determinados hábitos pueden pasar factura.
Por lo tanto, conocer si hay algún indicador que ponga en alerta al especialista nos permitirá corregir hábitos de vida y si se detecta un problema grave nos permite actuar inmediatamente.
¿En qué consiste la prueba?
El chequeo completo es una prueba muy sencilla que consiste en realizar una extracción de sangre en ayunas. También será necesario recoger una muestra de la primera orina de la mañana.
Hay que puntualizar que el ayuno antes de realizar la prueba debe ser de ocho horas. Se recomienda que la cena de la noche anterior sea ligera para evitar alteraciones en los resultados finales.
Las pruebas que incluye el chequeo completo
El chequeo completo incluye hemograma, glucosa, análisis del colesterol, triglicéridos, urea, creatinina, ácido úrico, calcio, fósforo, potasio y otros valores que puedes ver en este enlace.
Qué debes saber del hemograma
El hemograma analiza los glóbulos rojos, blancos y las plaquetas. El primero de ellos es el encargado de transportar oxígeno de los pulmones al resto del organismo. Se analizan los glóbulos rojos para ver si hay anemia.
En cuanto a los glóbulos blancos, que combaten las infecciones, se analizan para comprobar si existen infecciones o inflamaciones en el cuerpo.
Finalmente, las plaquetas cumplen una función importante: prevenir hemorragias y coagular la sangre. Si hay un recuento bajo de las mismas el paciente tiene más riesgo de sufrir hemorragias.
Otros valores que se analizan en el chequeo completo
En el chequeo completo se analizan numerosos valores, entre ellos destaca el análisis de los niveles de hierro para conocer si hay anemia o trastornos alimentarios.
La glucosa permite identificar una posible diabetes, mientras que el análisis del colesterol (LDL, HDL y total) informa sobre un posible hipercolesterolemia.
Otros valores que destacar son el análisis del calcio y del fósforo. El primer de ellos interviene en la contracción muscular, coagulación de la sangre y excitabilidad nerviosa. Por su parte, el fósforo tiene funciones metabólicas.