La intolerancia alimentaria se produce cuando al ingerir un alimento concreto se tiene malestar gastrointestinal, neurológico… Esto se debe a que la intolerancia aumenta la permeabilidad intestinal, es decir, existen unos poros en las membranas intestinales que aumentan su tamaño y dejan pasar determinadas sustancias que van a alertar al sistema inmune, por lo que se produce una inflamación.
Si la intolerancia no se diagnostica y la persona sigue consumiendo esos alimentos que generan este proceso, con el paso del tiempo se va a ir dañando la salud. Incluso podrá llegar a desarrollar determinadas enfermedades autoinmunes, como el cáncer.
Las tres intolerancias más frecuentes
Hay tres alimentos que aparecen con frecuencia en los resultados de las pruebas de intolerancia alimentaria en nuestros laboratorios. Estos son: la leche de vaca, las proteínas del huevo y los cereales (especialmente el trigo).
Síntomas muy diversos
Por lo general, se asocia la intolerancia con un dolor de estómago o flatulencias. Sin embargo, sus síntomas son mucho más extensos y variados. Junto a estos ya mencionados, hay que añadir las cefaleas o las erupciones cutáneas.
Aunque no tan frecuentes, hay otros síntomas propios de la intolerancia alimentaria como los neurológicos (migraña, mareo, vértigo…), respiratorios (asma, rinitis…), psicológicos (depresión, fatiga, letargia…) o dermatológicos (psoriasis, urticaria, acné…).
Estos síntomas no aparecen inmediatamente tras la ingesta, sino que pueden llegar a manifestarse hasta días más tarde.
Diagnosticar las intolerancias alimentarias mejora la pérdida de peso
Se ha comprobado como en personas obesas que no obtenían resultados de las dietas de adelgazamiento, habían perdido peso al eliminar de sus dietas alimentos a los que presentan una alta sensibilidad.
La prueba detecta intolerancia a 220 alimentos
En Eurofins Megalab Canarias contamos con una prueba que detecta intolerancia en 220 alimentos de la dieta mediterránea. Éste consiste en un sencillo análisis de sangre, al que hay que acudir con al menos cuatro horas de ayuno. Los resultados están disponibles en unos 20 días, aproximadamente.
Con los resultados podrá adaptar su dieta y eliminar aquellos alimentos que no son beneficiosos para su salud. Para ello se aconseja que acuda a un nutricionista.