Esta prueba se realiza mediante un análisis de sangre. Una vez obtenida la muestra se examinan los cromosomas para descubrir anomalías genéticas. Los cromosomas se ordenan en forma y tamaño para compararlos con un mapa genético normal. Así se detectan anomalías relacionadas con la esterilidad o infertilidad en los integrantes de la pareja.
En caso de que presenten anomalías estructurales cromosómicas pueden producirse abortos, fallos ováricos, alteraciones de la calidad seminal, esterilidad, fallos en la implantación…