Perfil genético para conocer la edad biológica

Por lo general, definimos nuestra edad por el día en que nacemos. Sin embargo, todas las personas debemos tener en cuenta dos edades: la cronológica y la biológica.

• La edad cronológica es aquella que aparece en nuestro DNI como día de nacimiento
• La edad biológica muestra la edad de nuestras células y órganos. De esta forma podemos conocer nuestro envejecimiento real. A mayor edad biológica más probabilidad de fallecer antes.

La edad biológica nos permite conocer si la edad de nuestro organismo se ajusta con nuestra edad física. La edad real de nuestras células y órganos depende en un 30% de los genes y en un 70% de nuestro estilo de vida y de las patologías que presente cada persona.

Esta prueba nos puede revelar que, por ejemplo, un paciente de 48 años tiene una longitud de telómeros de una persona de 42 años. Por lo que su edad biológica sería de 42 años.

• Personas que se preocupan por llevar una vida saludable
• Para comprobar si los cambios en los hábitos diarios (alimentación, deporte…) ralentizan el acortamiento de los telómeros
• Valorar tratamientos de medicina regenerativa por parte del especialista
• Quienes quieran comprobar su edad biológica real para realizar cambios en sus hábitos
• Personas que tras una enfermedad quieren conocer su envejecimiento

Consiste en un análisis por saliva o en sangre, que permite analizar la longitud de los telómeros, es decir, segmentos del ADN que se encuentran en los cromosomas y nos permiten conocer la edad biológica de cada persona.

Los telómeros son la clave para entender el envejecimiento de cada persona. Estos son segmentos del ADN que se encuentran en los extremos de los cromosomas (estructuras en las que se encuentra el ADN, los genes y el material genético) y ayudan a mantener la estructura de los cromosomas y a proteger también a los genes.

Con el paso del tiempo se producen divisiones celulares que acortan los telómeros y no protegen de la misma forma el material genético, por lo que la célula muere.

Esto es lo que ocurre en un proceso normal de envejecimiento. Sin embargo, hay enfermedades que hacen que los telómeros se dividan con más rapidez y, por lo tanto, hay un envejecimiento mayor.

Por lo tanto, conocer la longitud de los telómeros nos permite determinar el daño que un individuo ha acumulado en su organismo durante toda su vida.