Antes de realizar un análisis de sangre sabemos que debemos cumplir con unas pautas popularmente conocidas como son ir en ayunas o no ingerir agua. Pero ¿qué hay de cierto en esto? Aunque la teoría es bastante conocida, en muchas ocasiones no se lleva a cabo en la práctica correctamente, lo que puede interferir en los resultados finales de los análisis.
Para evitar errores los especialistas explican en detalle qué se debe tener en cuenta y cómo hay que prepararse para realizar un análisis de sangre.
Llevar ropa cómoda
Se aconseja llevar ropa cómoda, ya que tras la extracción el paciente debe presionar el punto de la punción durante unos 5-10 minutos para evitar hematomas o hemorragias.
Acudir en ayunas y cenar ligero
Se recomienda no ingerir alimento en las 8 horas previas a la extracción, excepto en los hemogramas que no requieren de ayuno. Hay pruebas específicas en las que este ayuno debe ser mayor, de unas 12-14 horas. Además, la cena de la noche anterior debe ser ligera.
Asimismo, cuando se vaya a realizar un análisis de sangre a un bebé el ayuno no debe superar las 4 horas.
Beber agua de forma moderada
Normalmente los pacientes acuden a la extracción sin haber ingerido agua durante más de 8 horas. Sin embargo, los especialistas aseguran que se puede beber agua de forma moderada, excepto cuando el médico lo prohíba expresamente.
Al contrario de lo que popularmente se conoce, la deshidratación dificulta la extracción de sangre. Si bebemos agua de forma moderada las venas se dilatan y son más visibles.
Además de lo mencionado anteriormente existen otras pautas a seguir antes de realizar un análisis de sangre, como evitar realizar ejercicio físico el día anterior, consumir alcohol y tabaco.
Estas son pautas generalizadas para las extracciones más habituales, no obstante existen pruebas que requerirán de otra preparación. En estos casos, el médico o el propio laboratorio clínico le informarán de los pasos a seguir para conseguir resultados óptimos.
1 comentario