Desde hace unos años se está investigando la causa de las migrañas. Tal y como señala la Dra. Celia Jacinto del Castillo, se sabe que determinados alimentos provocan dolores de cabeza, por ello se empezó a investigar la relación entre migrañas y alimentación.
Hoy en día, explica la doctora, se investiga con más profundidad el llamado síndrome de histaminosis alimentaria, en el que básicamente las migrañas tiene un origen alimenticio.
La histamina
La histamina es una sustancia que tenemos todos en el organismo, importante para muchas funciones vitales, como el mantenimiento del tono muscular, la alerta mental…
“El problema de la histamina en determinados pacientes es que si sube a una cantidad excesiva, ya sea por la alimentación o porque la genera, puede provocar reacciones de tipo vasoconstrictor y esa vasoconstricción puede generar una migraña”, según explica la Dra. Celia Jacinto del Castillo.
Añade que hasta ahora no se sabía que la histamina podía tener un efecto patógeno en altas cantidades. “En la histaminosis el fallo no es en sí de la histamina, sino de la enzima (DAO) encargada de degradar esta histamina cuanto está en exceso para poder eliminarla”.
En consecuencia, el fallo de esta enzima provoca el cuadro de histaminosis y de migraña.
El tratamiento de la histaminosis
“Cuando un paciente es diagnosticado de histaminosis, y tras realizar la prueba de la enzima se observa una deficiencia en su actividad, lo primero es suplementar con la enzima”, señala la doctora.
Básicamente, tras ser diagnosticado se necesita esta suplementación para subir de manera artificial la actividad de la enzima y que muchos de los síntomas cedan a más velocidad.
Explica la doctora que al tomar la enzima la dieta será menos estricta que si la histaminosis se intenta controlar solo mediante la alimentación. “Todos los alimentos que conocemos tienen histamina”, añade.
Además de la histamina procedente de los alimentos, existe la endógena, es decir, aquella que el cuerpo segrega contra los alimentos a los que es alérgico o intolerante.
“Por todo ello, se hace muy necesaria la suplementación con la enzima, ya que permite estudiar bien al paciente y conocer sus alergias y patologías, que se deben controlar para que la histamina endógena no entorpezca el trabajo”, comenta.
La dieta ante la histaminosis
Como se ha dicho anteriormente, además de la suplementación enzimática se pauta una dieta restrictiva caracterizada por lo siguiente:
- Se retiran los lácteos, sobre todo de vaca porque es el mas histamínico.
- Se restringe el consumo de trigo
- Se retira el tomate, la berenjena y las espinacas porque son verduras muy histaminérgicas.
- En cuanto a frutas, se elimina la fresa, la piña, la naranja y el plátano.
- Evitar los enlatados en salsa que vienen en vinagres de vino o tomate
- Se eliminan los embutidos crudos porque tiene alta cantidad de histamina (jamón serrano, chorizo, salchichón…)
- El vino y el cava se retiran por los meta sulfitos o sulfitos, ya que son sustancias que estimulan la secreción de histamina endógena.