Los glóbulos blancos o leucocitos, conocidos como “defensas”, son de gran importancia para el funcionamiento idóneo del sistema inmunológico. Su principal función es la de combatir agentes y sustancias extrañas como gérmenes, bacterias y virus.
Representan el 1% total de la sangre, los valores o proporciones que tenemos en el cuerpo pueden indicarnos ciertas enfermedades ligadas a bacterias o alergias del cuerpo.
Qué debes saber de los glóbulos blancos
Estos se encuentran en la sangre, las amígdalas, el bazo, los ganglios y las partes del sistema inmune.
Hay diferentes tipo de leucocitos (linfocitos, neutrófilos, monocitos, eosinófilos y basófilos) con funciones diferenciadas. Los linfocitos responden ante agentes externos, los neutrófilos destruyen bacterias y los eosinófilos aumentan ante la presencia de alergias, asma o infecciones.
Los niveles adecuados de leucocitos en sangre
Los valores van a depender del sexo y de la edad. Por lo general, deben haber entre 4.500 y 11.000 leucocitos por microlitro de sangre en adultos.
Una disminución de los glóbulos blancos, por debajo de los 4 mil por microlitro de sangre, baja las defensas y nos vuelve vulnerables a alergias, bacterias e infecciones. Este problema, se llama leucopenia.
Si supera los 11.000 hay un exceso de glóbulos blancos. Tener los leucocitos altos por si mismo no es una enfermedad, pero sí alertan de un problema en nuestra salud que debe ser tratado para evitar complicaciones.
Esto se analiza a través de un hemograma, que se realizan tanto en el análisis básico como en el análisis integral de LGS.
¿Qué indica un exceso de leucocitos?
- Infecciones virales: La producción de glóbulos blancos aumentan cuando percibimos gripe y bacterias respiratorias.
- Problemas en médula ósea: La célula se dispara cuando el cuerpo reciente problemas óseos o afecciones como tumores, leucemia y cáncer.
- Inflamaciones: Enfermedades como artritis pueden aumentar los niveles.
- Afección cutánea: Cuando recibimos quemaduras, los niveles aumentan como mecanismo de defensa.
- Alergias e infecciones: El trabajo de esta célula es cuidarnos antes diferentes infecciones, si dichas alergias son muy fuertes, los niveles aumentarán drásticamente. Enfermedades como asma, rinitis, gripe.
- Estrés o preocupaciones: Esto aumentará la producción de glóbulos blancos y mantendrá al sistema inmunológico alerta.