Canarias, 28 de junio. Los laboratorios González Santiago (LGS Análisis) organizaron el II Seminario sobre la Interpretación y Aplicación Clínica del Test de Intolerancia a los Alimentos A200. Este acto se celebró en la sede de la Mutua de Accidentes de Canarias, con la colaboración de la Asociación Canaria de Médicos del Trabajo al que asistieron más de 60 médicos y profesionales sanitarios. Esta iniciativa forma parte de la labor de formación continuada que desarrolla LGS Análisis para médicos y personal sanitario.
Este es el segundo seminario sobre el tema que celebra el laboratorio, con el que pretende dar a conocer a los médicos las aplicaciones clínicas del Test de Intolerancia a los Alimentos A200. Además, quieren crear un ambiente y foro para el debate e intercambio de opiniones entre médicos. Para ello, contamos con la colaboración del Dr. Bermudo Benavente, Licenciado en Medicina y Cirugía, Master en Medicina Biológica y Antienvejecimiento, uno de los mayores expertos en el tratamiento de pacientes con intolerancia alimentaria en Canarias. También participó Dña. Mercedes Hernández García, Farmacéutica y Directora de Calidad de LGS ANÁLISIS.
Esta cita formativa permitió a los asistentes interpretar correctamente el test A200, para que así les sirva de herramienta para tratar diferentes patologías asociadas a las intolerancias alimentarias en función de los resultados que le aporta el test.
Valora la respuesta inmunológica ante alimentos
El test A200 es capaz de valorar la respuesta no alérgica que el sistema inmunológico de algunas personas desencadena de forma específica frente a ciertos alimentos. Se trata de un test directo, con el que se miden los niveles de anticuerpos tipo IgG específicos frente a una serie de alimentos mediante la técnica de Microarray. Para dotar de mayor seguridad a la prueba, cada análisis se analiza por duplicado. Los resultados que se obtienen son muy reproducibles, ya que la técnica es similar a la determinación de Anticuerpos de otras enfermedades.
En LGS Análisis realizamos una media de 800 test al año, con un alto grado de satisfacción para pacientes y médicos. La mejoría del paciente, tras la instauración de la dieta adecuada, es claramente significativa entre 20 y 60 días tras el cambio de alimentación. El facultativo siempre debe ser el encargado de establecer las nuevas pautas dietéticas.
Permite tratar numerosas patologías
Gracias a este test se pueden establecer tratamientos adecuados para paliar trastornos gastrointestinales, que se presentan en el 50% de los casos de intolerancia. Estos pueden cursar con dolores abdominales, constipación, diarrea, hinchazón o síndrome del colon irritable, entre otros síntomas. Es la patología que más induce a pensar en una intolerancia alimentaria. En estos casos es aconsejable realizar el test bioquímico de IgG frente a alimentos, ante una patología digestiva poco definida.
Otras patologías que pueden tratarse son procesos dermatológicos, como el acné, eczema, psoriais, rashes, urticaria o picores; molestias neurológicas, que cursan con dolor de cabeza, migraña, mareo o vértigo; molestias respiratorias, como el asma, rinitis y dificultad respiratoria. En estos casos puede haber solapamiento con un proceso alérgico.
Por otra parte, en ocasiones se pueden dar trastornos psicológicos, concretamente en el 11% de los casos. Estos problemas acarrean ansiedad, letargia, depresión, fatiga, náuseas e hiperactividad, especialmente en niños.
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