Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no suelen presentar síntomas en sus fases iniciales, de ahí que la única forma de conocer que se padece alguna de ellas es realizarse un análisis clínico. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un millón de personas cada día contrae alguna de estas enfermedades en todo el mundo.
La prevención es la mejor manera para evitar cualquier tipo de contagio de las ETS, pero si has mantenido relaciones sexuales de riesgo es muy importante acudir a un especialista para que le informe sobre las pruebas de detección de este tipo de enfermedades.
En Eurofins Lgs-Megalab hemos creado un perfil específico para diagnosticar o descartar enfermedades venéreas por biología molecular.
¿Qué se detecta en los análisis de ETS?
En Eurofins Lgs-Megalab contamos con un test de ETS que detecta un total de siete patógenos que se transmiten sexualmente a través de un análisis de sangre y orina:
- Chlamydia trachomatis
- Neisseria gonorrhoeae
- Mycoplasma hominis
- Mycoplasma genitalium
- Ureaplasma parvum
- Ureaplasma urealyticum
- Trichomonas vaginalis
De esta manera se logra localizar, ampliamente, los causantes más frecuentes de uretritis y cervicitis.
Este perfil también permite la detección del VIH y Sífilis. El primero se realiza detectando Anticuerpos y Antígeno P24 mediante quimioluminiscencia.
¿Qué hacer si se cree estar contagiado con una ETS?
Es importante que se acuda cuanto antes o a su médico o directamente a un centro que pueda realizarle pruebas de ETS.
En ambos casos, es necesario informar sobre si ha tenido alguna sintomatología, lo que va a ayudar a definir el tipo de examen o tratamiento a seguir.
¿En qué momento se debe hacer la prueba de ETS?
No hay que esperar a tener síntomas, ya que durante ese tiempo se puede estar contribuyendo a contagiar a otras personas. Y es que desde el momento en que se produce el contagio de una enfermedad infecciosa, hasta que se desarrolla, pasa un tiempo en el que la persona infectada no siente sintomatología alguna, pero puede propagar la misma.
También hay que tener presente el llamado periodo ventana, es decir, el tiempo que ha transcurrido entre la infección y la aparición de anticuerpos detectables en una analítica. En ciertos casos, los especialistas aconsejan realizar la prueba una segunda vez pasados unos meses.
Hay que apuntar que padecer una ETS incrementa las probabilidades de contagiarse de otras como el VIH.
Cuando los síntomas sí son visibles
Lo habitual es que los síntomas que se detecten sean de carácter leve y no presenten molestias. Estos síntomas sobre los cuales se debe estar alerta y no pasar por alto son la aparición de llagas o bultos en los genitales, así como en muslos o nalgas o zonas próximas.
También si se tiene necesidad de orinar continuamente o ardor al orinar. Dolor, irritación y/o hinchazón en pene, vagina, vulva o ano.
Otro de las advertencias a tener en cuenta es cuando se presentan síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, dolor en el cuerpo, glándulas inflamadas y cansancio injustificado.
No obstante, se insiste en que la única forma de conocer con seguridad si presenta una ETS es realizar el análisis correspondiente. Solo así se podrá comenzar con el tratamiento adecuado lo antes posible.