La legionella es un microorganismo presente en el agua, pero que causa graves daños a la salud cuando se respira. Es especialmente dañino en niños, personas con un sistema inmunológico deprimido, ancianos o fumadores.
Mantener las instalaciones con agua en buenas condiciones evita los brotes de legionella. Para ello se deben realizar análisis de agua con cierta frecuencia. Actualmente, existe una norma específica que regula todo lo relacionado en el análisis de legionella.
El paso a paso del análisis de legionella
1. Recoge la muestra
Dicha norma especifica que es necesario recoger una muestra de un litro de agua que será filtrada a través de un filtro con un poro de 0.22 micras. Posteriormente este filtro, donde se queda retenida la legionella, se suspende en unos 10 ml de agua.
Una parte de esos 10 ml se separa para realizar un tratamiento ácido, una segunda parte se prepara para un tratamiento con calor y una tercera parte se siembra en un medio especial en el que la legionella tiene los nutrientes necesarios para desarrollarse.
2. Incubación
Estas tres partes permanecerán en placas que se incuban durante unos diez días. Para comprobar si han surgido colonias sospechosas de legionella se van a revisar cada tres días. Si el resultado es positivo entonces se aíslan a otros dos medios de cultivo diferentes.
3. Sospechas de legionella
Tras este paso y pasados dos días se vuelve a comprobar. En una de las placas se aplica cisteína, una sustancia que necesita la legionella para crecer. Si en esta placa crece legionella y en la segunda no, entonces se puede determinar que está presente este microorganismo. Por último, se determina qué serotipo es.
En Eurofins Megalab Canarias contamos con un departamento especializado en análisis de aguas en el que se analizan aguas de abasto, piscinas, embotelladas, de manantiales, etc.