El contacto permanente con gluten en una persona que padece celiaquía, lo que provoca es una inflamación intestinal crónica y una pérdida de la altura de las microbiosidades.
Éstas son columnas que aumentan la superficie de absorción del intestino, que es el encargado de absorber los nutrientes. Por lo tanto, si esa superficie de absorción disminuye, se malabsorbe y el paciente tendrá un cuadro de desnutrición.
Esa es la consecuencia principal, pero también puede tener otras consecuencias como pérdida de peso o anemia, por ejemplo.
Detectar los síntomas de la enfermedad celíaca a tiempo permite empezar a eliminar el gluten de la dieta y evitar así consecuencias en la salud. Conocer todo lo referente a la celiaquía es fundamental para detectarla a tiempo, ahora puedes recibirla en tu correo electrónico desde aquí.
¿Cómo es la prueba para detectar la celiaquía?
La prueba del diagnóstico serológico de la celiaquía en sangre es la determinación de un anticuerpo que se llama antitransglutaminasa, que indica que hay daño intestinal.
Cuando está elevada no siempre indica celiaquía pero es de alta sospecha y obligaría a hacer una gastroscopia para tomar biopsias del intestino y comprobar si existe una atrofia de las microbiosidades.
Los principales grupos de riesgo
Los especialistas hablan de determinados grupos de población que tienen un mayor riesgo de padecer celiaquía. Entre ellos destacan aquellos con antecedentes familiares de celiaquía.
También las personas que padecen determinadas enfermedades como Diabetes Mellitus Insulino Dependiente, trastornos inmunes tiroides o gastrointestinales, enfermedades del tejido conectivo, con Síndrome de Down, epilepsia, demencia…