Al tomar productos lácteos son muchas las personas que sienten flatulencias, hinchazón o dolor de estómago. Estos, son indicativos, de que, puede ser intolerante a la lactosa, y por lo tanto, se recomienda que se hagan pruebas de intolerancia a la lactosa.
Para determinar si realmente tiene esta intolerancia se puede realizar una sencilla prueba de sangre, lo que le permitirá adecuar la dieta y sentirse más cómodo cada día.
La prueba específica para conocer si presentas intolerancia a la lactosa
En Eurofins Megalab Canarias contamos con unas pruebas de intolerancia a la lactosa específica que se realiza siguiendo estos pasos:
- En primer lugar, se realiza una extracción de sangre que nos permitirá medir la glucosa inicial.
- A continuación, se suministra 100 gramos de lactosa en una solución con agua.
- A los 30 minutos se extrae sangre
- Se repite esta acción pasada 1 hora de la ingesta
- Finalmente, una última extracción de sangre tras dos horas
Si la glucosa en sangre está en 30mg por decilitros indica que no es intolerante a la lactosa. Si estos niveles bajan por debajo de los 20mg por decilitro se confirma el diagnóstico.
¿Por qué se produce la intolerancia a la lactosa?
La leche contiene lactosa que se digiere a través de una enzima conocida como lactasa, que es la que permite que la lactosa se absorba. Sin embargo, un 70% de la población mundial ha perdido la capacidad de producir dicha enzima, por lo que su organismo no tiene capacidad de digerir la lactosa.
Los síntomas más frecuentes de la intolerancia a la lactosa
Aunque ya hemos mencionado algunos síntomas anteriormente, hay que destacar que las personas intolerantes a la lactosa sentirán estos síntomas al ingerir productos lácteos: diarrea o estreñimiento, cambios de humor, dolor abdominal, flatulencias o depresión, entre otros.
Eliminar los lácteos de la dieta
Una vez se ha diagnosticado la intolerancia a la lactosa se debe eliminar ésta de la dieta. Cuando los especialistas hablan de eliminar los lácteos no hacen referencia solo a la leche, nata, yogures o helados, sino a todos aquellos productos que puedan contener lactosa (pan de molde, bollería, embutidos, cereales, pasteles, chocolate…).
El consumo de lácteos se puede sustituir por aquellos tolerados y consumirlos dentro de una dieta sana y equilibrada.