El estrés es uno de los grandes enemigos de nuestra salud y no le damos la importancia que debe, especialmente con el estilo de vida actual. Los especialistas nos recuerdan que sus consecuencias afectan tanto a nivel físico como mental pudiendo provocar ataques al corazón o aumento de la presión arterial.
También baja las defensas lo que debilita el sistema inmunológico y puede ocasionar cáncer. Además, produce depresión, irritabilidad, mal humor, baja autoestima, insomnio, falta de atención, estreñimiento y aumento de peso.
Por todo ello se debe saber cuándo nos encontramos ante una situación de estrés crónico para poder frenarlo a tiempo y evitar dichas consecuencias. En Eurofins Megalab Canarias contamos con un análisis de saliva para diagnosticarlo. Si quieres salir de dudas entra aquí.
Análisis de saliva en el diagnóstico del estrés
La prueba que determina si hay o no estrés se denomina curva de Biorritmo de Cortisol. A través de una muestra de saliva se analizan los valores que tiene el paciente de cortisol, DHEA y melatonina. Los resultados permiten conocer en qué fase de estrés se encuentra.
La muestra la recoge el propio cliente en casa mediante un kit de recogida, ya que es necesario una muestra salival cuatro veces al día y se debe entregar en el laboratorio al día siguiente.
¿Por qué se analiza la saliva?
La ansiedad y el estrés van a alterar la producción de saliva por lo que, en muchas ocasiones, quien sufre estrés crónico puede tener una sensación de sequedad bucal (xerostomía). La alteración del sistema nervioso central en situaciones de estrés tiene consecuencias en los órganos y glándulas del organismo, como son las salivales.
Qué debes saber del cortisol
El cortisol, también conocida como la hormona del estrés, se produce cuando el cuerpo está en una situación de tensión. En esos momentos las glándulas suprarrenales segregan cortisol que va a preparar al cuerpo para una respuesta de ‘huida’.
Es por esto por lo que se incrementan los niveles de glucosa en sangre, porque es la fuente de energía que necesita para esa ‘huida’. Al mismo tiempo el cortisol inhibe la producción de insulina para que esa glucosa que se está produciendo no se almacene.
A esto se añade que el cortisol en niveles altos estrecha las arterias y aumenta la frecuencia cardiaca aumentando el esfuerzo del corazón para latir con más fuerza.