Este nuevo curso son muchos los que comienzan a nadar en piscinas públicas o privadas o aprovechan los fines de semana para disfrutar del buen tiempo de las islas en las piscinas de su casa, hotel, apartamento o club deportivo.
Para poder darse un baño con seguridad en un agua limpia y en buenas condiciones es imprescindible realizar un análisis de aguas una vez a la semana.
Con los resultados que aporte la prueba se podrá ajustar el tratamiento de la misma a las necesidades reales. Se debe tener muy en cuenta que este agua es susceptible a factores externos, como los cambios meteorológicos, si llueve o hace mucho calor, si hay un uso intensivo de la piscina, etcétera.
Aún así, en el momento que el usuario o encargado del mantenimiento de la piscina note falta de transparencia en el agua, cambio de color u olor extraño debe realizar un análisis lo antes posible.
Cómo se realiza el análisis de agua en una piscina
El análisis del agua es sencillo y rutinario. El método más preciso es a través de un analizador digital que se sumerge en el agua y realiza la lectura pertinente.
También puede realizarse tomarse la muestra en una probeta a unos 20 centímetros de profundidad. A esta muestra se le añade una solución reactiva, según el parámetro a analizar. A continuación, el agua se torna de un color determinado que indicará los cambios necesarios a realizar.
Otra forma de realizar el análisis es a través de tiras analíticas, que se introducen en el agua y cambian de color porque ya tienen impregnada la solución reactiva.
Análisis del pH y el cloro
El objetivo del análisis es comprobar los niveles de pH, cloro, dureza y mineralización del agua. Si estos niveles se mantienen controlados se puede disfrutar de un agua segura y limpia.
El pH indica la acidez o basicidad del agua, es decir, una característica química de la que depende la reacción de los productos químicos que se usen en el tratamiento del agua. El nivel de pH debe vigilarse diariamente y situarse entre 7,2 y 7,6.
Muchas veces al salir de la piscina los ojos están irritados, esto se debe al cloro residual que permanece en la piscina y no realiza desinfección. Mientras que el cloro libre es el que se encarga de eliminar los microorganismos presentes en el agua.
Un parámetro de medición importante es la dureza para medir la cantidad de cal en el agua. La cal se deposita en las paredes de la piscina dejando marcas blancas. Se adhiere a las tuberías y a los elementos que componen la piscina deteriorándolo.
Por último, se analiza la mineralización del agua. Un nivel alto de minerales provoca un olor y sabor fuerte del agua. Además, aumenta la conductividad eléctrica del agua.
Análisis de aguas en LGS
En LGS realizamos análisis de diferentes aguas, entre ellas las de piscinas tanto infantiles, como de adultos e hidromasajes. Además, tenemos una amplia experiencia en análisis de aguas embotelladas, de manantiales, de sistemas de refrigeración, de abasto, de mar o residuales.