Los alérgenos inhalados, aquellos que se transportan por el aire, son los que con mayor frecuencia producen alergias. Entre ellos destacan los pólenes de plantas como gramíneas, arbustos y árboles.
Los ácaros del polvo doméstico también provocan alergias y se desarrollan especialmente en condiciones de temperatura cálida y humedad elevada. Dentro del hogar hay otros alérgenos frecuentes, como el pelo y la saliva de las mascotas, sobre todo en el caso de los gatos, que tienen a usar su saliva para limpiarse extendiendo así diminutos alérgenos. En determinados casos, se ha asociado la alergia con insectos como las cucarachas o polillas.
Los ocho alimentos alérgenos más comunes
Existen numerosos alimentos que pueden provocar reacciones alérgicas, pero se han identificado ocho como los más comunes. Éstos dan cuenta del 90% de las reacciones alérgicas.
Los ocho alimentos alérgenos más comunes son la leche, los huevos, el pescado, los crustáceos, los frutos secos, los cacahuetes, el trigo y la soja.
Otros tipos de alérgenos frecuentes
Un tipo de alérgeno habitual es el farmacológico, ya que todos los medicamentos pueden provocar reacciones alérgicas. En España los que más problemas alérgicos presentan son los antibióticos, los antiinflamatorios o anestésicos.
Existen alergias relacionadas con la actividad laboral y ocupaciones frecuente. Por lo general, generan alergia a látex, harina de cereales, enzimas o sustancias químicas.
También es habitual encontrar personas con alergia por picadura de insectos, como avispas, abejas o mosquitos. La picadura deposita el alérgeno a través de la piel, con acceso directo al sistema inmunitario.
La alergia a los parásitos que contaminan los alimentos está siendo cada vez más conocida. Esta alergia tiene lugar al inyectar el parásito, como el Anisakis simplex del pescado, su saliva a través de la mucosa del estómago del paciente.
Hay otra clase de parásitos que la transmiten los perros, el Echinococcus granulosus, que forma unos quistes ajenos al sistema inmunitario en el hígado, pulmón o vazo, que provocan reacciones alérgicas cuando el quiste se fisura y libera parte de su contenido al organismo.
Análisis de sangre IgE en el diagnóstico de las alergias
Ante los primeros síntomas de sufrir alergia a cualquier de los alérgenos anteriormente mencionados, se debe acudir a la consulta de un médico especialista en alergología. Este realizará diferentes pruebas, entre ellas un análisis de sangre IgE (inmunoglobulina E).
El organismo para protegerse del alérgeno produce los anticuerpos IgE, que se encuentran generalmente en pulmones, piel y membranas mucosas. Todas las personas tienen IgE en el organismo, sin embargo los pacientes alérgicos tienen estos niveles elevados. Aun así, tener la IgE alta no implica necesariamente tener alergia.
En LGS Análisis realizamos este análisis de sangre que detecta la presencia de anticuerpos para alergias y fundamental en el diagnóstico de dichas alergias.